Como era de esperarse ahora que estamos próximos a festejar la Navidad, y que generalmente la tendencia es Diciembre=gastar cada quien hace la luchita por quedarse con una parte de mi salario, ya sea el sta. Claus, los reyes o los comerciales de toda tienda parisina (de París no de las telas).
Todos los días recibo promociones, cupones de descuentos excepcionales y por tiempo limitado. La verdad es que con tan solo tener una tarjeta de crédito y haber pasado algún pedido en un sitio te vuelves parte de una inmensa base de datos que no duda en bombardearte en cuanto estiman que tienes algo de lana.
Y es que en condiciones normales estaría haciendo el tour de tiendas en busca de los regalos para la familia política o para la mía si acaso tuviera la oportunidad de ir a México. Este año ni una ni la otra, este año no gasto en regalos. Es época de vacas flacas así que para los regalos esperaré los saldos que al parecer serán bastantes con los primeros signos de la crisis que se sintieron en noviembre.
Tengo que resistir todo el mes de diciembre a los 30% descuento, a los dos por uno y a los puntos y descuentos para el año siguiente... no se quedaran con mi dinero!!!
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